La aerolínea Flybondi vuelve a estar en el centro de la polémica tras la reprogramación de más de 70 vuelos entre Nochebuena y Año Nuevo, afectando a aproximadamente 13.000 pasajeros. Aunque la compañía asegura que estas modificaciones forman parte de un “plan operativo” presentado a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), los usuarios no ocultaron su malestar, especialmente por tratarse de un período de alta demanda en el que muchos buscan reunirse con sus familias para las fiestas.

En paralelo, el portal especializado Aviación de Argentina publicó un listado de los vuelos afectados, confirmando que las reprogramaciones abarcan destinos como Mendoza, Bariloche, Puerto Iguazú y Jujuy. Según el sitio, estas modificaciones, aunque anticipadas en el plan de contingencia presentado a la ANAC, no dejan de ser una “forma prolija” de cancelar vuelos y minimizar la bronca en los aeropuertos.

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Desde la ANAC confirmaron la cifra de vuelos afectados, aunque calificaron las modificaciones como "cancelaciones", diferenciándose del discurso oficial de Flybondi. Fuentes de la Administración evitaron responder preguntas sobre la aprobación del cronograma o la naturaleza de las reprogramaciones.

Por su parte, la aerolínea emitió un comunicado asegurando que “las modificaciones fueron informadas con antelación a los pasajeros” y forman parte del plan exigido por la ANAC tras una serie de irregularidades en noviembre, cuando se registraron 384 cancelaciones o reprogramaciones, afectando al 30% de su operatividad mensual.

Este historial llevó a que Flybondi se posicionara en el top ten de las peores aerolíneas del mundo en cuanto a cancelaciones, según el ranking de FlightAware. Además, la ANAC abrió investigaciones por otros incumplimientos, incluido el uso de un taller suspendido en el Aeropuerto de Ezeiza.

En medio de esta crisis, Flybondi enfrenta problemas a nivel internacional. En Reino Unido, la empresa fue intimada por incumplimientos financieros, con advertencias severas que incluyeron la posibilidad de intervención estatal. En Argentina, en cambio, la respuesta a la crisis de la low cost sigue siendo evaluada por las autoridades, mientras los pasajeros ven cada vez más comprometida la confianza en la compañía.

Las repercusiones en los aeropuertos y redes sociales se intensificarán en los próximos días, cuando comiencen a materializarse las reprogramaciones anunciadas. Para muchos, el eslogan de Flybondi como “low cost” no solo se aplica a sus tarifas, sino también, lamentablemente, a la calidad de sus servicios.