En una masiva muestra de rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei, miles de personas se movilizaron este jueves en todo el país, destacándose una multitudinaria marcha hacia la Plaza de Mayo. Encabezada por las dos CTA, junto a organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, la manifestación buscó visibilizar las críticas al modelo económico del gobierno y denunciar un aumento de la pobreza y la exclusión social.

“La riqueza de la Argentina se convirtió en un banquete para los dueños del poder económico, mientras le niegan el pan a los trabajadores”, expresó desde el palco Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores. Junto a él, Hugo Godoy, de la CTA Autónoma, señaló que “los más ricos del país sostienen un modelo de bicicleta financiera que produce quiebras y miseria en el aparato productivo”.

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Entre los manifestantes también se destacó la presencia de referentes de derechos humanos como Adolfo Pérez Esquivel y Taty Almeida, quienes se unieron para repudiar “el avance del gobierno sobre los derechos vinculados a memoria, verdad y justicia”. Desde la Mesa de Organismos, Ana María Careaga denunció que el actual gobierno “busca la impunidad de los represores mientras arrasa con los derechos en todos los planos”.

Aunque la CGT no adhirió formalmente a la convocatoria, algunos sindicatos de peso como aceiteros, Smata, La Bancaria y gráficos participaron de manera independiente. Además, una nutrida columna de organizaciones sociales y políticas peronistas, identificadas con la provincia de Buenos Aires y lideradas por el gobernador Axel Kicillof, dio un fuerte respaldo a la protesta, llevando banderas que resaltaban su origen bonaerense.

El operativo de seguridad desplegado por el gobierno nacional buscó disuadir la movilización con fuerzas policiales en puntos estratégicos como la 9 de Julio y el edificio de Desarrollo Social. Si bien no hubo represión directa, los manifestantes denunciaron "verdugueo" y maniobras intimidatorias contra las columnas de movimientos sociales.

La izquierda, por su parte, se movilizó con una columna independiente, cuestionando el alcance simbólico de la protesta y exigiendo medidas más contundentes, como un paro general y un plan de lucha. “Si no hay paro, no cambia nada”, señalaron desde sus consignas.

La jornada reflejó la amplitud de sectores afectados por las políticas de ajuste: trabajadores estatales, docentes, jubilados, productores familiares, cooperativistas, estudiantes y PyMEs estuvieron representados. José Testoni, titular de la CTA Autónoma de Santa Fe, enfatizó la necesidad de “construir una salida política” y llamó a no resignarse: “Hay que darle un mensaje a la sociedad para que salga. No podemos permitir que se instale la idea de la resignación”.

Al finalizar el acto, numerosos manifestantes se unieron a la histórica Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo, reafirmando su compromiso con la lucha por los derechos humanos y la justicia social.