SOCIAL
19 de septiembre de 2024
Nueva represión a jubilados en el Congreso en medio de protestas por aumento de haberes
Por cuarta semana consecutiva, fuerzas de seguridad desalojaron violentamente una movilización de jubilados que reclamaban mejoras en sus ingresos y la restitución de la cobertura de medicamentos. La represión, que incluyó gases lacrimógenos y postas de goma, ocurrió tras el veto presidencial a la Ley de movilidad jubilatoria.
El Gobierno Nacional volvió a recurrir a la represión para desalojar a jubilados que se manifestaban en los alrededores del Congreso. Como cada miércoles desde hace un mes, más de 600 jubilados fueron reprimidos por la Policía Federal con gases lacrimógenos, postas de goma y bastonazos. La protesta tenía como objetivo exigir un aumento de emergencia en sus haberes y la restitución de la cobertura del 100% en medicamentos por parte del PAMI.
La represión ocurrió horas después de una reunión en Olivos entre el presidente Javier Milei y los diputados que garantizaron el veto a la Ley de movilidad jubilatoria, sancionada recientemente por el Congreso. La violencia desatada frente al Parlamento dejó al menos 10 heridos, según informó la Comisión Provincial de la Memoria (CPM). Entre los afectados se encontraba la diputada nacional del Frente de Izquierda, Vanina Biasi, quien relató que sufrió graves quemaduras por los gases empleados durante el operativo.
“Me han gaseado muchas veces, pero nunca sentí algo tan fuerte. Este gas me quemó la piel de manera impresionante”, denunció Biasi, quien fue atacada mientras asistía a un hombre caído en el suelo. Según el Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), al menos diez personas fueron atendidas por efectos del gas pimienta en el lugar, sin necesidad de hospitalización.
Las movilizaciones de jubilados, que comenzaron en septiembre del año pasado con grupos reducidos, han crecido significativamente desde que La Libertad Avanza llegó al poder, ante el deterioro de la calidad de vida de las personas mayores. Sin embargo, la respuesta del Gobierno ha sido la represión constante, impulsada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Rubén Cocurullo, un jubilado de 76 años y presidente de la agrupación Jubilados Insurgentes, expresó su indignación durante la protesta. “Mi miedo no es la represión, es morir de hambre. ¿Cómo no voy a salir a la calle a luchar si no llego a la canasta básica?”, declaró. Pese a los ataques, Cocurullo y otros manifestantes aseguraron que seguirán protestando.
El Plenario de Trabajadores Jubilados, organizador de las marchas, reclama un haber mínimo de 950.000 pesos que cubra la canasta básica para adultos mayores, la cual incluye necesidades distintas a las medidas por el INDEC. Además, exigen que el PAMI revierta la eliminación de 44 medicamentos del listado de cobertura total y un aumento de emergencia para enfrentar la inflación.
El próximo viernes 20 de septiembre, Día del Jubilado y la Jubilada, se llevará a cabo un acto en Plaza de Mayo, con una radio abierta a las 16:00 horas y una movilización a las 17:00 horas. Se espera la participación de diversos sectores sociales en apoyo a las demandas de los jubilados, mientras crecen las réplicas de las movilizaciones en todo el país, con protestas en ciudades como Rosario, Mar del Plata, Córdoba, Salta y Neuquén.
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