La salsa al vino tiene sus raíces en la tradición culinaria europea, especialmente en la gastronomía francesa, donde el vino es un ingrediente fundamental en la cocina. Esta salsa ha evolucionado a lo largo de los siglos como un método para realzar el sabor de las carnes, particularmente en platos de caza y cortes de carne roja.

El uso del vino en salsas se remonta a la Edad Media, cuando los cocineros europeos comenzaron a aprovechar el vino como un ingrediente clave para desglasar jugos de carne y crear salsas profundas y sabrosas. En la cocina francesa, las salsas derivadas del vino tinto, como la salsa bordelesa o la salsa al vino que nace de la salsa española, se convirtieron en preparaciones básicas dentro de los repertorios culinarios de chefs y hogares.

El vino, al ser un elemento culturalmente significativo en Francia, Italia y España, se utilizó tanto en celebraciones como en la cocina cotidiana. La combinación de vino con hierbas aromáticas y caldo de carne se popularizó para darle a los platos un sabor sofisticado y bien equilibrado. Esta técnica se extendió y adaptó a otras cocinas europeas, y con el tiempo, a nivel internacional.

Hoy en día, la salsa al vino se asocia con platos elegantes y se utiliza ampliamente en restaurantes y hogares, especialmente para acompañar carnes rojas, caza, y setas, brindando una riqueza y profundidad de sabor que complementa los ingredientes principales.

Ingredientes:

• 1 taza de vino tinto
• 1 taza de salsa española
• 1 cebolla picada
• 2 cucharadas de manteca
• 1 ramita de tomillo
• 1 hoja de laurel
• Sal y pimienta al gusto

Desarrollo:

1. Sofríe la cebolla: Derrite la manteca en una sartén y cocina la cebolla picada hasta que esté dorada.
2. Añade el vino: Vierte el vino tinto y deja reducir a la mitad. Añade el tomillo y la hoja de laurel.
3. Incorpora la salsa española: Agrega la salsa española y deja que se reduzca un poco más hasta obtener una salsa espesa.
4. Sazona: Ajusta con sal y pimienta al gusto.
5. Sirve: Perfecta para acompañar carnes, dándole un toque gourmet a tus platos. ¡Listo!

La salsa al vino es versátil y se utiliza principalmente para realzar el sabor de platos de carnes y algunos acompañamientos. Aquí algunos ejemplos de comidas donde se puede usar:

1. Carnes rojas: Es ideal para acompañar cortes como solomillo, un vacio, ojo de bife u otros, realzando el sabor con la profundidad del vino.

2. Platos de caza: Funciona muy bien con carnes de caza como venado, jabalí, conejo o pato, complementando los sabores intensos y terrosos de estos platos.

3. Estofados: Se utiliza en guisos o estofados, donde la salsa al vino se integra con la carne y las verduras, aportando un toque de sofisticación y riqueza.

4. Pollo o aves: Aunque es más común con carnes rojas, también puede acompañar pollo o pato, especialmente cuando se cocinan a fuego lento o al horno.

5. Setas salteadas: Es perfecta para servir con setas, como guarnición o sobre pasta, añadiendo un toque de umami al plato.

6. Pastas: En algunos casos, la salsa al vino puede acompañar pastas, especialmente si se sirve con carne o setas, aportando profundidad al plato.

7. Puré de papas o vegetales: Como acompañamiento de puré de papas o vegetales al vapor, la salsa al vino puede agregar una capa adicional de sabor.