Organizaciones defensoras de los Derechos Humanos en Córdoba han manifestado su profunda preocupación tras el asesinato de Susana Beatriz Montoya, ocurrido el pasado sábado. Montoya, esposa del subcomisario y militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y desaparecido durante la Dictadura Cívico Militar, fue hallada sin vida en su domicilio. El hecho también ha impactado a las altas esferas políticas y judiciales de Córdoba, ya que Montoya es la madre de Fernando Albareda, militante de HIJOS Córdoba.

En diciembre del año pasado, con el cambio de gobierno y el ascenso de Javier Milei, así como el discurso procesista de la vicepresidenta, Fernando Albareda había sido víctima de amenazas y amedrentamiento en su hogar, con la aparición de carteles con simbología nazi.

Según información filtrada bajo total hermetismo, el asesinato de Montoya no parece haber sido un simple robo, ya que en una de las paredes del hogar se encontró una inscripción intimidatoria: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía”. La frase, escrita en rojo con lápiz labial, intensifica la preocupación por el móvil del crimen. Las autoridades han mantenido cautela y esperan los resultados de la autopsia y las primeras conclusiones de la investigación. La puerta de la vivienda no había sido forzada, y el caso está a cargo de la Fiscalía del Distrito 4, Turno 3, dirigida por Juan Pablo Klinger.

Montoya, de 76 años, vivía en un barrio de la zona norte de la capital y no contaba con custodia policial. Su cuerpo fue encontrado en el patio de su casa, con un golpe contundente en la cabeza. Fue Fernando Albareda quien alertó a la policía tras llegar y encontrar a su madre sin vida luego de no recibir respuesta a sus llamados.

La Mesa de Trabajo de los Derechos Humanos de Córdoba ha decidido actuar con cautela y respeto hacia la familia tras el asesinato. Se espera que en las próximas horas se realice un pronunciamiento oficial sobre el caso.

En el Panal, sede del Gobierno de Córdoba, se ha anunciado que se aguardará el desarrollo de la investigación antes de emitir una postura. Recordemos que en diciembre de 2023, el gobernador Martín Llayora ya había manifestado un enérgico repudio a las amenazas recibidas por Albareda.

Los diputados nacionales Gabriela Estevez y Pablo Carro, de Unión por la Patria, han exigido el esclarecimiento inmediato del asesinato. “Asesinaron a la madre de un hijo de desaparecidos que había recibido amenazas de muerte en diciembre del año pasado en Córdoba. Exigimos el esclarecimiento inmediato de este hecho”, afirmó Estevez en la red X. Carro agregó: “El negacionismo y el horror de un tiempo que no puede repetirse. Tras meses de amenazas, asesinaron a Susana Montoya, esposa de Ricardo Albareda. Junto a su familia, exigimos el inmediato esclarecimiento del hecho”.

Desde los organismos de Derechos Humanos de Córdoba, se advirtió sobre el peligro latente que representan los discursos de odio que circulan en la sociedad. En diciembre, Fernando Albareda ya había recibido amenazas vinculadas al contexto político, con carteles intimidatorios y simbología nazi en su puerta, así como balas calibre 22 largo.

Ricardo Fermín Albareda, quien fue secuestrado en 1979 por la patota del D2, fue torturado y asesinado en el centro clandestino conocido como El Embudo. Su caso es particularmente significativo, ya que representa el único reconocimiento por parte de la Policía de Córdoba como autora de un delito de lesa humanidad. En mayo de este año, el gobierno provincial le otorgó póstumamente el grado de Comisario, en reconocimiento a su sacrificio.