Diario de una florista

8 de febrero

Hoy un joven encantador vino a mi puesto de flores.

Lo noté un poco nervioso; me contó que quería conquistar el corazón de la mujer que había despertado todos sus sentidos, como nadie lo había hecho antes.

Me emocioné al verlo tan ilusionado, en estos tiempos en que el romanticismo está tan devaluado.

Con determinación, eligió un ramo de lilas violetas que son las flores que transmiten admiración, respeto y amor a primera vista.

9 de febrero

El joven enamorado regresó. Parece que sus cosas van por buen camino, la chica le confesó que nunca le habían regalado flores, estaba fascinada.

Para su primera cita como amigos eligió un ramo de margaritas blancas, las que simbolizan la inocencia, la pureza y la sinceridad.

10 de febrero

La emoción en los ojos del enamorado era evidente cuando lo vi llegar.

La cita había sido maravillosa, según me dijo.

Sin dudar, me pidió un ramo de girasoles, que representan la alegría, la vitalidad y la felicidad.

Esta vez su sonrisa era amplia y sus ojos tenían un brillo especial

11 de febrero

Hoy abrí mi puesto de flores pensando en el joven enamorado, tardé un poco más en llegar y me preocupé.

Estaba contento: habían pasado todo el día juntos, riendo y compartiendo historias.

Parece que su conquista va viento en popa.

Le dio una mirada rápida a todas las flores y eligió un ramito de violetas, las que transmiten un mensaje de sinceridad, lealtad y fidelidad en una relación.

Aunque las flores no las elijo yo, me parece emocionante ser testigo de esta hermosa historia.

12 de febrero

El joven llegó más temprano, lo noté algo nervioso.

Me contó que hoy le declarará su amor a la mujer que lo tiene cautivado.

Para mi sorpresa, esta vez optó por un ramo de flores silvestres, que representan la libertad, la vitalidad y la belleza natural.

Creí que elegiría algunas de las que evocan el amor y la pasión, como las rosas, orquídeas o tulipanes rojos.

Me dejó pensando, por qué flores silvestres, pero no me atreví a decir nada, solo le deseé suerte.

13 de febrero

Abrí el puesto de flores más temprano, la ansiedad me mataba.

Esperé impaciente la llegada del joven enamorado.

Al verlo, no necesité hacer preguntas.

Su sonrisa y sus ojos me lo dijeron todo.

Le habían dado el sí.

Lo felicité y le pregunté qué le habían parecido las flores silvestres a su chica.

─Le encantaron- me respondió- ella es como una flor silvestre, sencilla, fresca, vital y eso me enamora cada vez más.

─Llevaré estos tulipanes blancos, que representan el amor puro y sincero.

14 de febrero

Hoy es el día de los enamorados, el día que más flores vendo.

El puesto se llena de clientes desde temprano, pero yo sólo pensaba en mi cliente favorito.

Finalmente, llegó de la mano de su amor, estaba feliz.

Después de presentármela eligió el ramo de rosas rojas más hermoso y se lo entregó a ella.

Con esas rosas rojas, le dijo sin palabras, mi amor es ardiente y apasionado.

Se fueron los enamorados y yo me quedé soñando, en que ojalá algún día, un amor así llegue a mi vida.

LUCÍA LÓPEZ RODRÍGUEZ