LA INCÓGNITA

Nació en Londres el 16 de abril de 1889. Era inglés por nacimiento, pero mundial por lo que transmitió. Un clásico.

Escritor, guionista, compositor y humorista. El mejor retratista de la naturaleza humana con sus desavenencias sociales.

Una infancia dura lo convirtió en un observador constante y sensible en extremo que el arte pudo capitalizar.

Su juventud fue productiva en trabajos y amores hasta que encontró a su último y gran amor que lo acompañó amorosamente hasta su final.

Todo en él fue disruptivo y creador, el arte, la vida y ese amor profundo con casi cuatro décadas de diferencia.

Hizo girar al mundo como una pelota fascista, nos enterneció acompañado de un niño y un perro siempre fiel y entre candilejas enamoró nuestro corazón.

Se disfrazó con zapatones y bigotes para mostrarse mayor pero fue inútil, siempre fue irremediablemente joven.

Estados Unidos, en una injusta caza de brujas, lo desdeñó y exilió hasta que la Academia de Hollywood quiso redimir culpas otorgándole un Oscar honorífico por su aporte al cine. Esto fue en 1972, con la más grande ovación de la historia que duró doce minutos ininterrumpidos.

Jack Lemmon, el gran actor que le entregó el Oscar dijo: ¡¡ GRACIAS POR TANTO!!

Por tanto que no fue sólo cine, fue dignidad, compasión y la valentía de espiar un mundo no siempre grato

Desde el 25 de diciembre de 1977 su residencia en Suiza extraña su muda presencia.

En el cementerio del cantón de Vaud, su bastón y su bombín descansan en paz.

PATRICIA MARVISI