La marcha hacia el Ministerio de Capital Humano fue una muestra contundente de la demanda urgente de alimentos para los más necesitados. Las pancartas y consignas expresaban la necesidad de atención a más de 40 mil comedores populares en todo el país, que desde diciembre no recibían suministros. Movimientos sociales y organizaciones barriales se unieron en un reclamo conjunto, demandando también un aumento en los planes de asistencia social.

La respuesta del Ministerio, transmitida a través de redes sociales, indicaba la intención de eliminar intermediarios en la distribución de alimentos, prometiendo un aumento en la Tarjeta Alimentar. Sin embargo, los manifestantes insistían en que sin la participación de las organizaciones sociales, era imposible garantizar que la ayuda llegara a los barrios que más lo necesitan.

La presencia policial se hizo sentir en la movilización, pero los manifestantes desafiaron cualquier intento de represión y continuaron expresando su reclamo de manera pacífica. Las diversas agrupaciones presentes en la marcha, tanto de orientación peronista como de izquierda, demostraron la fuerza de la organización unificada en una demanda tan básica como es el acceso a alimentos para los sectores más vulnerables.

La jornada de protesta se extendió a lo largo del país, con cortes de rutas y accesos en más de 500 puntos. La unidad de las diferentes organizaciones en este reclamo reflejó la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta efectiva por parte del gobierno.