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Halladas a la vuelta de una esquina.

En 1827 se inauguró el primer jardín público, a imitación de los grandes jardines públicos europeos, pero “con fines” de lucro llamado "Parque Argentino" o Vauxhall, para los principales accionistas británicos.
Estaba basado en el "Garden Vauxhall" una de las más importantes ferias de Londres en el siglo XVII y XVIII.

Este parque fue el antecesor del Jardín Botánico de Buenos Aires y estaba ubicado en la manzana delimitada por las actuales Av. Córdoba, Viamonte, Uruguay y Paraná.

Sus jardines estaban perfectamente arreglados y cuidados. Se importaron plantas y semillas de variedades exóticas.
También contaba con un hotel al estilo francés, con salones de baile, una arena de circo con comodidad para 1500 espectadores y un pequeño teatro al aire libre en el cual, durante el verano, se presentaban los actores del Teatro Argentino; entre ellos Juan José de los Santos Casacuberta.

Se representaron en su arena los primeros espectáculos circenses con artistas nativos, como los hermanos Podestá. Durante muchos años se instalaron allí todos los circos extranjeros que llegaban al país.

También aquí actuó el italiano Pedro Sotora, en 1834, y se hacía llamar "el hombre incombustible" o" el rey del fuego". Una de sus habilidades era la de "comer" estopa ardiente. Solía lanzarse a la pista dando saltos mortales y fue, en el país, el primer "divo" que se vistió y pintó de payaso.

El predio también funcionó como antecedente del Zoológico. Contaba con jaulas arregladas según el ambiente natural de los animales expuestos:  tigres, antas, tapires, etc.

En muchas oportunidades el Parque entero funcionó como "Salón de Festejos". Entre los acontecimientos más celebrados, se recuerda el gran banquete ofrecido por los residentes de la colectividad francesa en Bs As, en 1830, con motivo de la ascensión de Luis Felipe al trono Francia.

En 1829, el 10 de enero, mientras disfrutaba un paseo en dicho parque fue encontrado muerto, sobre un banco, el Deán de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, Sr. Don Gregorio Funes.

El ocaso del parque se debió en gran medida a los desbordes del arroyo Tercero del Medio que pasaba por la calle Viamonte e inundaba constantemente las instalaciones. La familia Wilde, accionista y primera propietaria del terreno, lo compró por completo y allí estableció su residencia particular durante muchos años.
 

Fuente:   Wikipedia