Javier Milei, en su avance con la aplicación de medidas tras el rechazo del megaproyecto de Ley Ómnibus, ha descartado la posibilidad de fijar un nuevo Salario Mínimo, Vital y Móvil, así como la convocatoria a la paritaria nacional docente, optando por una retirada del Estado nacional en ambos casos.

Milei argumentó que fijar precios mínimos no es una tarea del Estado, sino que corresponde a los trabajadores y empleadores. Respecto a la paritaria docente, sostuvo que es un problema de las provincias, desligando así al gobierno nacional de su responsabilidad en la negociación.

Estas declaraciones llegan después de la frustrada negociación en el Consejo del Salario, donde sindicatos propusieron un incremento del 85% en el salario mínimo, que fue rechazado por las patronales. Los sindicalistas denunciaron la conducta "irresponsable" de los funcionarios del Gobierno, acusándolos de boicotear cualquier posibilidad de acuerdo.

En cuanto a la paritaria docente, Milei y su vocero rechazaron la existencia de una paritaria nacional, desoyendo la Ley de Financiamiento Educativo que la contempla. Sin embargo, se anunció una reunión entre las partes para intentar destrabar el conflicto, aunque los sindicatos temen que esta instancia carezca de contenido sustancial.

A pesar de las demandas de las gobernaciones provinciales y los sindicatos docentes para regularizar el envío de fondos, el Gobierno ratificó que no pagará el incentivo docente (Fonid). Sin embargo, se anunciaron incrementos en la asignación de ayuda escolar y asistencia para familias de clase media que envían a sus hijos a escuelas privadas.