Al comenzar la gestión, el Ministerio de Salud recibió una deuda impaga por la compra de 50 ambulancias, de las cuales 24 nunca fueron entregadas a Regiones Sanitarias (RS) ni a los hospitales. Estos vehículos, que en el mercado cuestan casi 200 millones de pesos, fueron reacondicionados y puestos a disposición de la estrategia para enfrentar la pandemia por COVID-19, gracias a una inversión de 1.700.000 pesos de la Provincia.

Tras su recuperación y reparación, todos los móviles fueron equipados con bolsos de trauma, desfibriladores, bolso de vía aérea, caja de medicación, camilla y tabla de extricación, mientras que 7 se dotaron también con respiradores de traslado. En abril de este año, fueron puestos a disposición de las y los bonaerenses para responder con todos los traslados necesarios en plena pandemia.

De esta manera, finalmente la cartera sanitaria provincial pudo entregar las ambulancias a las Regiones Sanitarias: la XII recibió 3 móviles, las RS XI, X, VII, VI, V, IV, III, II obtuvieron 2 vehículos y, por último, las regiones IX, VIII, y I dispusieron de una ambulancia nueva para incorporar a su flota. Sólo restan 2 que están en el concesionario por fallas de fábrica.

Si bien se trata de un recurso útil en cualquier contexto, lo fue más en el actual debido a que frente a los casos de coronavirus era necesario contar con un sistema de derivación reforzado en toda el territorio bonaerense; y que siempre hubiera una ambulancia disponible cuando fuera necesario reubicar pacientes en otros hospitales frente a la alta demanda.

Los vehículos Fiat Ducato Maxicargo 2.8 modelo 2017 fueron adquiridos por el gobierno anterior y estaban en desuso en los depósitos de los hospitales El Dique de Ensenada y San Martín de La Plata. Había 19 que directamente no arrancaban, por el deterioro del motor, y todas estaban dañadas por el paso del tiempo y la exposición al aire libre. Otras 20 tenían sólo el kilometraje que se les hizo cuando las trajeron de las concesionarias y 4 estaban con un uso mínimo y rotas.

La inversión de 1.700.000 pesos para reacondicionarlas permitió poner a disposición de los hospitales y regiones sanitarias de la Provincia una flota de ambulancias que en el mercado cuestan casi 200 millones de pesos, lo cual representó la recuperación de un patrimonio bonaerense abandonado.

Según la investigación iniciada por las autoridades sanitarias, las ambulancias nunca se pagaron y la deuda pesó sobre la nueva gestión. Las serias irregularidades alrededor de su adquisición comenzaron a fines del 2017 cuando se abrió un expediente en el que aparecen las facturas por la compra de un total de 50 ambulancias y remitos en los que se dejaba constancia de que los móviles habían sido recibidos, sin embargo, esto no era así.

 Al detectarse esa irregularidad, en 2018 se abrió un segundo expediente que intenta justificar con supuestos problemas de logística la demora en la entrega. No obstante, luego se abrió un tercer expediente en el que vuelven a aparecer facturas impagas a nombre de la empresa proveedora de las ambulancias y remitos del ministerio de Salud que reconoce haberlas recibido. Esta sumatoria de irregularidades en investigación hicieron que el pago se trabara.