CULTURA
19 de noviembre de 2023
EMPÍRICO

En este texto Serafín Vidal reflexiona sobre algunas cuestiones centrales de la condición humana: la finitud del tiempo, las pérdidas, los sueños y el desconocimiento de lo que habrá de venir pero siempre, como en el fondo de la mitológica caja de Pandora, permanecerá la esperanza.
EMPÍRICO
Sabemos que la vida es un lapso de tiempo que sólo será recordado por los felices espejos de la juventud o por los despiadados cristales de la impotencia. Lo que indudablemente es cierto es que algunos rostros del pasado habrán de reflejar las evidencias de su comportamiento.
No es extraño que los escuchemos a ellos hurgar en nuestro cerebro durante la larga noche de las eternidades. Pero mejor que organizar las ausencias es ordenar la escalera que nos permita llegar al último escalón.
Ahora escuchemos del tren el silbato misterioso de su adiós y marchémonos lejos. Y lo haremos con las alforjas cargadas de nostálgicos sueños.
A nuestro alrededor, el espíritu de un nuevo ser tal vez nos acompañará. Ese es el desafío que nos sostiene frente a todo, frente a Dios.
En la plaza,
las estatuas moran,
cubiertas de mutismo y nieve
sus almas insensibles
SERAFÍN VIDAL
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