En un mundo cada vez más globalizado, es común encontrar personas que adoptan costumbres y celebraciones de otros países, como el Día de los Muertos o Halloween. Si bien es enriquecedor aprender sobre diferentes culturas, es fundamental recordar la importancia de preservar nuestras propias tradiciones criollas y folclóricas. Somos seguidores de la vida, tradicionalistas y patriotas, y es vital que honremos y celebremos nuestras raíces.

Las tradiciones criollas son parte de nuestra identidad, aunque en nuestro país haya crisol de razas que reflejan nuestra historia, nuestros valores y nuestra herencia cultural. Son una manifestación de quiénes somos como pueblo. A través de generaciones, hemos creado festividades únicas que conectan el pasado con el presente y nos ayudan a definir nuestro sentido de pertenencia.

Uno de los ejemplos más notables de nuestras tradiciones es el Día de la Independencia, una celebración que nos recuerda el valor y el sacrificio de aquellos que lucharon por la libertad de nuestra nación. Además, el Día de la Tradición, el folklore criollo, con su música, danzas y trajes típicos, es un tesoro cultural que merece ser preservado y transmitido a las generaciones futuras. 

Al elegir mantener nuestras tradiciones locales en lugar de adoptar costumbres extranjeras como Halloween, estamos fomentando un sentido de pertenencia y unidad en nuestra sociedad. Esto no significa que no podamos aprender de otras culturas o apreciar sus festividades, pero no debemos perder nuestra autenticidad en el proceso.

El Día de los Muertos y Halloween son festividades respetables en sus respectivas culturas, pero no tienen un significado intrínseco para nosotros como criollos. En cambio, nuestras celebraciones autóctonas, como el Día de la Tradición, las festividades criollas locales y las comidas tradicionales, los días específicos como el Día de La Mujer Rural, el Día del Gaucho, del Hachero, Fiestas Populares Nacionales, Fiesta Nacional de Vendimia, Fiesta de Nacional de La Noche más larga, Fiesta Nacional del Asado y la Fiesta Nacional de los Inmigrantes, por citar algunas. 

Más de 3000 fiestas nacionales, regionales y populares se celebran a lo largo del país y del año, celebraciones, encuentros y tradiciones de la cultura popular, en toda nuestra geografía, nos unen como comunidad y fortalecen nuestro sentido de identidad nacional.

En un mundo en constante cambio, es fácil verse influenciado por las tendencias globales, pero debemos recordar que nuestras raíces son parte de lo que nos hace únicos y valiosos. Preservar nuestras tradiciones criollas y folclóricas es un acto de amor por nuestra cultura y nuestra gente.

En conclusión, al ser seguidores de la vida, tradicionalistas y patriotas, debemos recordar la importancia de celebrar nuestras propias tradiciones y no dejar que las costumbres extranjeras eclipsen nuestra identidad criolla. Nuestras raíces son un tesoro que debemos proteger y transmitir a las generaciones futuras, para que continúen floreciendo en el corazón de nuestra nación.

Rosa Acosta Sotelo, es una periodista comprometida con la preservación de las tradiciones criollas y folklóricas en Argentina. 

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