ESTEBAN ECHEVERRíA
25 de septiembre de 2023
25 de septiembre: Día Mundial del Farmacéutico. Historia de la farmacia en Buenos Aires
Boticario preparando una medicina.
Historias cercanas.
Halladas a la vuelta de una esquina.
Durante la colonia, se solía llamar Farmacia a la profesión, y Botica al establecimiento. Los primeros médicos que vinieron a esta parte de América preparaban los remedios que aconsejaban. Así, en el acta del 24 de enero de 1605 del extinguido Cabildo de Buenos Aires, se consigna que el vecindario debía pagar al primer cirujano que solicitó se le recibiese como tal, don Manuel Álvarez
En el año 1770 la profesión fue iniciada por Don Agustín Pica, a quien se lo considera como el primer boticario laico que solicitó del Cabildo autorización para ejercer su profesión en Buenos Aires. De ello informan las actas capitulares del 5 y 26 de mayo de aquel año.
En el diccionario el vocablo ‘farmacia’ designa la ciencia y la profesión de esta ciencia, y no el local donde se preparan y expenden las drogas, que se llama Botica, y que es la oficina en que se hacen y despachan las medicinas o remedios para la curación de las enfermedades.
Figura así:
Boticario: Profesor de farmacia, que prepara y expende las medicinas; Farmacéutico: El que profesa la farmacia y el que la ejerce.
-------Mientras Buenos Aires no contó con Protomedicato, el Cabildo intervenía directamente en los trámites necesarios para dar validez a los títulos y antecedentes presentados por los médicos, cirujanos, boticarios, etc., cuando se radicaban en la ciudad. Asimismo, permitía la instalación de los profesionales, autorizaba las boticas, fiscalizaba su funcionamiento, etc.
En 1782, en el virreinato de las Provincias del Río de la Plata, no había menos de 31 boticas establecidas y 4 botiquines. De ellos 16 y 3 botiquines se hallaban en tierra argentina, 11 boticas y 1 botiquín en Bolivia, y 4 boticas en el Uruguay.
Pero ya antes de 1763, existían las boticas de presidio y aún con anterioridad las de los conventos.
Antes de crearse el Protomedicato para las Provincias del Plata, “el pueblo estaba sujeto para la administración de remedios, aún los más delicados, a la ignorancia de Mercaderes y Pulperos, o a la voluntariedad de Médicos y ejercitantes de esta facultad y de la cirugía, que consultaban demasiado el interés propio” (Gorman. Manuscritos Nº45)
Al principio el Protomedicato se encargó de surtir de artículos farmacéuticos a todas las boticas del país, encargándolos en cantidades considerables a las casas de Diego Thomas Fanning de San Lúcar y José de Llano y Sangines de Cádiz, a cambio de cueros y lanas de vicuña. Poco después, en 1782, se nombró “asentista boticario” a Francisco Marull y posteriormente a Narciso Marull quien figura ocupando dicho cargo hasta 1809.
Museo de la ciudad, sede de la antigua Farmacia “La Estrella”
El museo de la farmacia de la Capital Federal, en la antigua farmacia “La estrella”, es cita obligada para quienes se interesan por la historia de la farmacia en nuestro país.
Fue en 1885 cuando la farmacia “De La Estrella” inauguró el edificio situado en la esquina de Defensa y Alsina, frente a la Basílica de San Francisco. La farmacia cuenta con una decoración que impacta por su valor artístico y detalles de gran nivel: cristales de murano, estanterías de nogal, mármol de carrara, y los frescos en los cielorrasos del artesano Barberis, que se destacan por los simbolismos que aluden a “la salud”, “la enfermedad” y “la farmacopea”.
En 1970, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires adquirió este edificio, que había sido construido en 1885 por el propietario de la ‘Farmacia de la Estrella’, para utilizarlo como sede del Museo de la Ciudad. El local comercial, instalado allí en 1885, es una de las farmacias más antiguas y conserva sus muebles y murales originales. Aunque todo el conjunto pertenece en la actualidad al Museo de la Ciudad, el local “está concesionado”, por lo que continúa con su destino comercial.
El contenido de dicho museo es inconmensurable, enseña mucho e invita a la reflexión histórica, no sólo es interesante para los profesionales de la medicina, sino también para el público en general.
Museo de Farmacobotánica Juan Aníbal Domínguez.
El Museo de Farmacobotánica fue fundado en 1900 por el farmacéutico Juan Aníbal Domínguez, sobre la base de sus propias colecciones obtenidas en trabajo de campo, para catalogar la Materia Médica Argentina, y también mediante donaciones de distinto tipo. Inicialmente el Museo funcionó en el edificio de la Facultad de Ciencias Médicas situado en Av. Córdoba al 2124 que hoy es la Facultad de Ciencias Económicas.
Luego se mudaron las colecciones a donde funciona actualmente dentro de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, Junín 956, 1er piso, en la ciudad de Buenos Aires.
El Museo de Farmacobotánica es un espacio abierto al público para realizar visitas y consultas en cuanto a la historia, el uso de las plantas medicinales, su aplicación en la salud y en la industria farmacéutica.
Fuentes:
https://buenosaires.gob.ar/bienes/museociudad
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