CULTURA
2 de enero de 2022
EL PUCHERO
Ya no se sabe dónde está el centro del recuerdo y cuál es su periferia ─como apuntó alguna vez el gran escritor santafesino Juan José Saer (1937-2005). El centelleo fragmentario de la memoria es sometido por Alicia Gugliotti a un relato coherente donde la escritura y la memoria, el pasado y el presente, se entretejen logrando “asir la incertidumbre frágil de los recuerdos.”
EL PUCHERO
Fuimos a comer puchero. El mozo ponía las fuentes en el centro de la mesa. En el momento en que vi la de las verduras, mi vista quedó atrapada por las rodajas de choclo.
Colgué la cara y me fui. Me fui a mi infancia, al puchero de mi abuela, la Nona. Siempre había alegres discusiones por el famoso choclo.
Una película muda comienza a pasar en mi mente, con frenesí, desgranando recuerdos desordenados.
Estamos todos sentados a la mesa. La fuente en el centro. Mi tío Ricardo come saboreando cada bocado. Me encanta verlo… Mi abuela retuerce el cogote de una gallina…El abuelo mira, serio, desde su retrato.
Queda poco choclo en la fuente. Mi tío pincha un trozo, lo pone en mi plato, con un guiño de complicidad.
─ ¿Me alcanzarías el pañuelo escocés que dejé sobre mi cama? me pide la Nona acariciándome el pelo. Allá voy. Feliz. Me encanta mirar la cama de bronce, impecable. Mi abuela es una reina; esta cama es de una reina. Brilla. Debe ser de oro…
La reina retuerce el cogote de una gallina.
Todas las abuelas que duermen en cama de bronce son reinas…todas las reinas duermen en cama de bronce o de oro…
La Nona sale disparada para ahuyentar al perro que pretende entrar al gallinero.
Frente a la cocina económica, recoge ingredientes de la olla y lleva, canturreando, la fuente a la mesa.
La cabeza de la gallina se despega del cogote y se va, a los tumbos, cacareando.
La tía Chela va y viene para verificar que su bebé duerma tranquilo.
El tío enciende su habano y se aleja un poco de la mesa. Huye de la cabeza que cacarea.
El humo dibuja arabescos que indecisos, suben y bajan…Nublan las caras…Se disipan…… Mi abuela retuerce el cogote de una gallina… La gallina no tiene cabeza…
La Nona con su canasto recoge verduras frescas de su huerto. También calas. Las coloca en varios floreros. . La cabeza de la gallina es una cala… Mi abuela retuerce el cogote de una gallina…
Se descarga una lluvia fuerte… La Nona desparrama fuentones, baldes, palanganas que recogerán el agua para lavarse la cabeza, para limpiar las manchas de sangre de su delantal… La sangre de la gallina… de la cabeza…del cogote…lo retorció mi abuela…Esta agua es mejor que cualquiera de estas cosas modernas.
Palabra santa.
Alicia Gugliotti
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