El sindicato de maquinistas La Fraternidad levantó este martes la medida de fuerza que consistió en circular a no más de 30 kilómetros por hora, un “trabajo a reglamento” que generó importantes demoras y cancelaciones en los servicios ferroviarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La protesta, impulsada desde el mediodía del lunes sin previo aviso, alcanzó a las líneas Belgrano Sur, Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín y Urquiza, afectando a miles de pasajeros que manifestaron su malestar.

Mediante folletos distribuidos en las estaciones, el sindicato alertó sobre la “emergencia ferroviaria” que atraviesa el sector, señalando la falta de repuestos, la necesidad de reparaciones y la urgencia de actualizar los sistemas de comunicación y señales. “Estamos frente a una de las peores crisis ferroviarias”, indicaron, justificando la medida como una forma de garantizar la seguridad en los trenes y proteger las herramientas de trabajo.

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Desde la Secretaría de Transporte, sin embargo, calificaron la acción como “extorsiva” y afirmaron que el gremio busca “negociar un aumento salarial superior al que se acordó con el resto de los sindicatos ferroviarios”. “No es un paro, pero hacen una medida que jode a la gente, usando como excusa la supuesta emergencia del sistema ferroviario”, señalaron fuentes oficiales.

El conflicto se produce en un contexto en el que el Gobierno declaró la Emergencia Pública Ferroviaria en junio pasado mediante un decreto de necesidad y urgencia. Según el plan oficial, se están ejecutando 226 obras, de las cuales 45 ya están en marcha, junto con la compra de locomotoras y triplas diésel, mejoras en talleres y la incorporación de tecnología y capacitaciones.

Si bien la medida fue levantada, queda en evidencia el profundo malestar del sector ferroviario, mientras los pasajeros exigen soluciones que eviten nuevas interrupciones en los servicios.