La causa que investiga el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello expone un sistema de sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad durante la gestión de Diego Spagnuolo. Los peritos identificaron diferencias de hasta tres veces entre los montos pagados por la agencia y los valores abonados por PAMI e importantes obras sociales provinciales, en medicamentos vitales para pacientes con cáncer, artritis severa y enfermedades autoinmunes.

Uno de los casos más graves corresponde al Daratumumab, un fármaco oncológico esencial para tratar el mieloma múltiple. Mientras PAMI, IOMA, APROSS y OBSBA lo adquirieron a 2.039.000 pesos por unidad, la ANDIS lo pagó 5.996.137,70 pesos. La diferencia implica un perjuicio cercano a cuatro millones de pesos por paciente cada mes, tratándose de personas que dependen de esa droga para extender su expectativa de vida.

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Otro medicamento, el Ustekinumab 90, indicado para cuadros severos de psoriasis, artritis y afecciones intestinales, fue comprado por PAMI a 6.207.000 pesos, pero la agencia desembolsó 11.909.591,45. Para el Golimumab 50 mg, utilizado en enfermedades reumáticas y sangrados intestinales, el organismo pagó 4.295.961,35 pesos, casi el triple del valor abonado por obras sociales.

El análisis técnico realizado señala que el mecanismo consistía en restringir los concursos de precios a un grupo reducido de droguerías que, según la investigación, estaban vinculadas a Miguel Ángel Calvete y Pablo Atchabahian. Al allanar los domicilios de estas firmas, la Justicia encontró depósitos vacíos y ausencia de medicamentos, lo que reforzó la hipótesis de que actuaban como intermediarios ficticios mientras los productos eran provistos por terceros.

Uno de los puntos que más llamó la atención fue la rápida habilitación de Droguería Génesis, principal adjudicataria de los fármacos investigados. La empresa fue autorizada a operar el 12 de julio de 2024 y menos de dos semanas después ya participaba de compulsas millonarias, incluso ganando procesos en los que se dio apenas una hora y media para presentar cotizaciones.

Los concursos de precios reducidos, en los que solo se permitía competir a estas droguerías, mostraron incrementos abruptos respecto de las compulsas generales en las que podían participar más oferentes. En algunos casos, los valores de medicamentos se duplicaron o triplicaron cuando las ofertas quedaron limitadas a Génesis y Profarma.

La causa incluye conversaciones en las que funcionarios y representantes de droguerías comentan directivas, montos y adelantos de dinero. Según el fiscal, incluso hubo entregas de efectivo a Spagnuolo, quien además atravesaba un nivel de gastos que no coincidía con sus ingresos. Las pruebas incorporan también datos patrimoniales de los empresarios involucrados, como propiedades, vehículos y compras de alto valor.

Las sospechas alcanzan además a exfuncionarios del área, como Daniel Garbellini, y a personas vinculadas a la Droguería Suizo Argentina. Entre los episodios señalados figura el acceso irregular de una empleada de un laboratorio privado a los sistemas de concursos de la ANDIS, utilizando un usuario falso.

La investigación avanza y aún no se descarta que las responsabilidades escalen hacia niveles más altos del Gobierno. Varios de los implicados se negaron a declarar, mientras que otros renunciaron a cargos en organismos nacionales y empresas del sector tras quedar mencionados en el expediente. Para la Justicia, los sobreprecios sistemáticos en medicamentos destinados a personas con enfermedades graves constituyen el núcleo de una maniobra que habría desviado miles de millones de pesos públicos.