En una jornada cargada de simbolismo político y movilización social, la Cámara de Diputados dio media sanción a tres proyectos clave vinculados a la seguridad social: un aumento del 7,2% a las jubilaciones, la restitución de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en materia de discapacidad. Las tres iniciativas, cuestionadas públicamente por el presidente Javier Milei y con veto anunciado por el Ejecutivo, avanzan ahora hacia el Senado.

El incremento jubilatorio, que incluye además una actualización del bono previsional a $110.000, fue aprobado por 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19 abstenciones. En paralelo, Unión por la Patria logró reinstalar la moratoria previsional con 111 votos, un proyecto que permitirá a miles de personas sin los 30 años de aportes requeridos acceder a una jubilación. Al cierre de esta edición, también obtenía media sanción el proyecto de emergencia en discapacidad, impulsado por el diputado Daniel Arroyo.

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La sesión se desarrolló tras meses de presión social y movilizaciones de jubilados, personas con discapacidad y trabajadores, muchas de las cuales fueron reprimidas. Esta vez, la calle volvió a rodear el Congreso, con una movilización masiva y diversa, en la que confluyeron organizaciones sociales, colectivos feministas y trabajadores del Hospital Garrahan, entre otros. En una señal política fuerte, el oficialismo no logró bloquear la sesión ni sostener su estrategia de ausentismo.

Desde el recinto, la diputada Victoria Tolosa Paz, miembro informante del dictamen de mayoría, destacó que “la patria se construye poniendo en el bolsillo de los jubilados lo que este gobierno les quitó”. Por su parte, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipó que el Ejecutivo vetará las leyes por su impacto fiscal: “No podemos pagarlo sin endeudarnos. Y eso no va a pasar”.

El rechazo no se hizo esperar. “Si la van a vetar, que se hagan cargo del costo político”, advirtió Carlos Heller. Nicolás Massot, de Hacemos Coalición Federal, replicó: “No todo es vetable. Esto no es para complicar al Gobierno, es una respuesta justa y posible”.

El proyecto de moratoria también mostró fracturas internas en el oficialismo y entre aliados. Mientras Unión por la Patria logró garantizar casi la totalidad de su bancada, algunos gobernadores como Frigerio (Entre Ríos), Jalil (Catamarca) y Zdero (Chaco) no pudieron evitar ausencias estratégicas. Legisladores de la UCR, Encuentro Federal y Democracia Para Siempre facilitaron el quórum o se abstuvieron para evitar un voto directo contra los jubilados. “No tenía sentido oponerse a algo que igual se va a vetar”, confesó uno de ellos.

Un momento de alto impacto emocional fue la presencia en los palcos del exdiputado socialista Jorge Rivas, cuadripléjico desde 2007, quien siguió el debate a través de su computadora. Su presencia sintetizó el carácter profundamente humano del reclamo.

Al cierre, el Congreso también se aprestaba a aprobar la ley de emergencia en discapacidad. “La situación es crítica, y esta ley es de justicia básica”, expresó Daniel Arroyo. “La democracia tiene una deuda con las personas con discapacidad y sus familias”, añadió.

Los proyectos aprobados representan una señal legislativa clara frente a un Gobierno que ha hecho del ajuste su bandera. Ahora la decisión está en manos del Senado, donde se espera una definición en las próximas semanas. Milei ya avisó que vetará las leyes. El Congreso, en cambio, parece haber empezado a marcarle un límite.