La primera quincena de enero 2025 dejó cifras que reflejan el impacto del contexto económico en el turismo argentino. Aunque algunos destinos muestran una mejora respecto a las expectativas de diciembre, los números aún se ubican por debajo de los registros históricos. La recesión, la apreciación cambiaria y la pérdida de poder adquisitivo han llevado a las familias a optar por estadías cortas, escapadas cercanas y un fuerte ajuste en los consumos.

Con un promedio de ocupación que ronda el 60%, las tradicionales vacaciones quincenales han dado paso a estadías de cinco días o menos. “Se toman una semana o menos de diez días”, explicaron fuentes del sector, destacando un cambio de hábitos que incluye decisiones de último momento y la preferencia por destinos más económicos. Además, un informe privado de fines de 2024 indicó que el 50% de las familias argentinas descartó vacacionar este verano, y entre las que pudieron hacerlo, el 66% lo atribuyó a restricciones económicas.

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El contexto inflacionario también jugó un rol determinante: mientras que los precios de algunos productos de la canasta de verano aumentaron hasta un 200% en un año, la inflación acumulada en 2024 alcanzó el 118%. Según Focus Market, una familia necesitó cerca de un millón de pesos para cubrir artículos básicos de verano, destacándose subas en productos como repelente de insectos (+206%), toallones (+156%) y cremas hidratantes (+147%). Esto obligó a muchas familias a priorizar descuentos, promociones y financiamiento, que alcanzó al 56% de las vacaciones y se eleva al 75% en los sectores más vulnerables.

En este escenario, las ventas en la costa atlántica y otros puntos turísticos se sostuvieron gracias a promociones y facilidades de pago. Sin embargo, el panorama general refleja un ajuste significativo. Según otro informe, la caída del consumo interno y la crisis de las pymes en 2024 dejaron como resultado un verano donde el disfrute quedó relegado frente a las dificultades económicas.

Por último, los cambios introducidos por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 del gobierno de Javier Milei también impactaron en el sector. Entre las medidas, se desreguló el turismo eliminando el monopolio de las agencias y reduciendo la intervención estatal en áreas como regulación de precios, control de prestadores y promoción de destinos. Esto eliminó el enfoque del turismo como un derecho social, según destacaron analistas del sector.

Con optimismo moderado para lo que queda de enero, los números finales de la temporada parecen anticipar un verano lejos de los mejores años del turismo argentino.