Los cardiólogos intervencionistas de Argentina han decidido suspender la colocación de stents y la realización de angioplastias por 48 horas a nivel nacional en reclamo por los bajos honorarios y la escasez de insumos que enfrentan desde hace meses. La medida, organizada por el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), comenzará este miércoles 28 y continuará hasta el jueves 29 de agosto.

El CACI había previsto inicialmente esta medida de fuerza para mediados de mes, pero finalmente se llevará a cabo en las fechas mencionadas. En un comunicado oficial, la entidad informó que "los médicos cardiólogos han decidido suspender la colocación de stents y la realización de angioplastias durante dos días", en respuesta a la grave crisis económica que afecta al sector.

El doctor Juan José Fernández, vicepresidente del CACI, describió la situación como una "tormenta perfecta" debido a los honorarios médicos que no han aumentado significativamente, mientras que los insumos biomédicos han registrado aumentos de entre 800% y 900%, y los insumos farmacológicos han subido hasta un 1500%.

"Estamos intentando visibilizar tanto para los Ministerios como para la sociedad este problema que están enfrentando los cardiólogos intervencionistas en estos momentos", afirmó Fernández.

La combinación de honorarios profesionales casi inexistentes debido a la inflación y el aumento exponencial de los costos para realizar la práctica médica ha provocado una creciente demora en la entrega de insumos por parte de obras sociales y prepagas. Esto, según el CACI, pone en riesgo la vida de los pacientes, ya que cada año se salvan aproximadamente 200.000 vidas en Argentina gracias a estas prácticas.

Otro problema señalado por el CACI es la entrega de dispositivos o prótesis por parte de los proveedores sin consenso con el médico y el paciente, lo que compromete la seguridad y la eficacia de los tratamientos.

La crónica deficiencia de insumos, como el material de contraste y los stents, junto con la brecha entre el costo de mantenimiento de equipos y los valores pagados por los financiadores, son preocupaciones centrales que podrían llevar al colapso de la especialidad, advirtió el CACI. Además, señalaron que la pandemia ya demostró cómo la falta de atención adecuada puede incrementar la mortalidad cardiovascular, un riesgo que podría repetirse si no se toman medidas urgentes.

Finalmente, desde el CACI instaron al Gobierno de Javier Milei a intervenir de manera urgente y convocar al diálogo para resolver el conflicto. A pesar de la medida de fuerza, los cardiólogos confirmaron que mantendrán las guardias para garantizar la realización de estas prácticas en casos de emergencia.