El gobierno encabezado por Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires tomó medidas ante la eliminación unilateral por parte del gobierno de Javier Milei del Fondo de Incentivo Docente (Fonid) y el Fondo Compensador del Transporte. Estos recursos, sumados al Fondo de Fortalecimiento Fiscal que se destinaba a los municipios para reforzar la seguridad, representan una suma significativa de dinero que la provincia dejó de percibir repentinamente, poniendo en riesgo la continuidad de servicios esenciales en un contexto cada vez más complicado.

En respuesta a esta situación, funcionarios y líderes políticos de Unión por la Patria salieron en respaldo de Kicillof en su enfrentamiento con la administración libertaria y criticaron a aquellos miembros del mismo espacio que buscan obstaculizar sus acciones. Este respaldo se dio en un momento en que Kicillof asume un papel más prominente como figura opositora a Milei, buscando defender una política de Estado presente en la provincia de Buenos Aires y contrarrestar las medidas implementadas a nivel nacional por el gobierno de Milei.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, expresó su apoyo a Kicillof y criticó a aquellos que dentro del espacio intentan socavar su liderazgo. Otros dirigentes también respaldaron a Kicillof, mientras que surgieron tensiones internas debido a diferencias de opiniones y disputas por espacios de poder dentro de Unión por la Patria.

Estas tensiones han estado presentes desde hace tiempo, con diferencias que se remontan a decisiones políticas pasadas y desacuerdos sobre la dirección futura del movimiento. A pesar de los desafíos internos, Kicillof ha recibido muestras de apoyo de diversos sectores, incluyendo sindicatos y líderes políticos, mientras se enfrenta a los obstáculos que surgen en su camino.