La comunidad universitaria llevó a cabo un paro nacional en rechazo al ajuste que está implementando el gobierno de Javier Milei sobre la educación superior. La medida fue convocada por el Frente Sindical de las Universidades, que agrupa a sindicatos de docentes y no docentes, y contó con el respaldo de la CGT y las dos CTA.

El paro tuvo un alto acatamiento en todas las universidades del país, según Daniel Ricci, secretario general de la Fedun, uno de los sindicatos convocantes. La comunidad académica exige un aumento salarial y la actualización del presupuesto, que se encuentra congelado al igual que el de toda la administración pública.

A pesar del anuncio del Poder Ejecutivo sobre un aumento presupuestario del 70 por ciento, realizado por la Subsecretaría de Políticas Universitarias, los sindicatos señalan que no han recibido ninguna documentación oficial al respecto. Además, argumentan que dicho aumento solo representa el 3,5 por ciento del presupuesto general de las universidades y se destina únicamente a gastos de funcionamiento, lo que resulta insuficiente para hacer frente a las necesidades reales, especialmente en cuanto a salarios.

En cuanto a las paritarias del sector universitario, el gobierno ofreció solo un 6 por ciento de aumento para docentes y no docentes, cifra que resulta claramente insuficiente frente a la inflación cercana al 70 por ciento registrada entre diciembre, enero y febrero. Esta situación ha llevado a muchos docentes a percibir salarios por debajo de la línea de pobreza.

Los sindicatos universitarios planean continuar con medidas de fuerza y un plan de lucha para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos meses y para lograr un aumento real del presupuesto universitario. Además, buscan la reapertura de las cinco universidades que cerró el gobierno de Milei.

Se están organizando acciones conjuntas con la dirigencia estudiantil y las autoridades universitarias, con miras a una gran marcha federal en abril. Los estudiantes también expresaron su apoyo al paro nacional, organizando clases públicas y un festival en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. La comunidad universitaria está decidida a defender su derecho a una educación superior de calidad y a resistir cualquier intento de recorte por parte del gobierno.