En respuesta a la protesta social contra el principal proyecto de Milei, el Gobierno implementó un operativo desproporcionado que resultó en numerosos heridos y al menos tres detenidos. Tanto gendarmes como policías federales no se limitaron a desalojar las calles, sino que también actuaron agresivamente contra los manifestantes, quienes se refugiaron en las aceras y la Plaza. Esta represión no hizo distinciones, afectando a diputados, jubilados, periodistas y fotógrafos por igual.

Patricia Bullrich volvió a protagonizar una situación polémica, esta vez llevándola a un extremo mayor. En las cercanías del Congreso, se observó nuevamente a gendarmes golpeando a jubilados, mientras que efectivos de la Policía Federal dispararon indiscriminadamente con balas de goma contra los manifestantes. Además, se registraron agresiones físicas hacia periodistas, fotógrafos y algunos diputados que bajaron del recinto para intentar frenar la represión.

La jornada estuvo marcada por el uso de gas pimienta contra manifestantes, especialmente a pie, y la participación del Grupo GOM de la Policía Federal en los enfrentamientos. La cacería se prolongó hasta altas horas de la noche, afectando a cualquier persona en las inmediaciones de la Plaza Congreso. El saldo fue de aproximadamente 60 heridos, incluyendo a un abogado vinculado a organismos de derechos humanos que podría perder un ojo, y al menos tres detenidos. La violencia se desató incluso contra personas que ya se encontraban en la vereda, cuando las organizaciones estaban en proceso de retirada.

A pesar de que la ministra de Seguridad podría argumentar la aplicación del protocolo de calles liberadas, las propias fuerzas mantuvieron bloqueadas las avenidas Entre Ríos y Rivadavia durante varias horas. Tras la represión, el único bloqueo restante fue el de las camionetas de Gendarmería, los colectivos blindados de Infantería y los camiones hidrantes.

La represión se desencadenó contra un grupo de organizaciones de izquierda que mantenían bloqueada la Avenida Rivadavia frente al Cine Gaumont. El estruendo de las primeras balas de goma lanzadas por el Grupo GOM provocó una retirada masiva. A pesar de la liberación de las calles, la cacería continuó durante varias horas, con palizas y gases incluso en las veredas y la Plaza, cuando la mayoría de los manifestantes intentaban dispersarse. Varios de ellos fueron alcanzados por balines, que no distinguieron entre periodistas y fotógrafos. Matías Aufieri, abogado del CeProDH/PTS, sufrió una herida grave en el ojo, y al momento del cierre de esta edición, permanecía en el hospital Santa Lucía con pronóstico reservado.

Varios legisladores de Unión por la Patria y el FIT reaccionaron ante la represión y presentaron dos pedidos para suspender la sesión y pasar a un cuarto intermedio, pero ambos fueron rechazados. La diputada Cecilia Moreau pidió a Milei que levantara la sesión debido al operativo desmedido y peligroso que estaba poniendo en riesgo la vida de las personas. La represión recordó la violencia de diciembre de 2017 contra la movilización que repudiaba la reforma previsional de Mauricio Macri.

Los diputados opositores abandonaron la sesión, dejando a los bloques de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y el espacio liderado por Miguel Ángel Pichetto dentro del recinto. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, fue captado por una cámara mientras seguía la represión en la plaza y rechazaba la propuesta de hacer un cuarto intermedio.

Los legisladores de Unión por la Patria, como Santiago Cafiero, Julia Strada, Máximo Kirchner, Aldo Leiva, Leandro Santoro y Sergio Palazzo, se sumaron a los reclamos en las inmediaciones del Congreso. Solicitaron dialogar con funcionarios de la cartera de Bullrich o con los efectivos a cargo del operativo, pero no había representantes disponibles. La represión se desató sin mediar una orden de repliegue o diálogo con los referentes de las organizaciones.

Myriam Bregman, diputada del FIT, denunció la represión desmedida de Bullrich y afirmó que la manifestación era pacífica frente al Congreso, un lugar histórico de protesta democrática. Bregman advirtió sobre la necesidad de suspender la sesión hasta que se levantara el operativo.

La movilización fue convocada por el Polo Obrero, el MST, Barrios de Pie, agrupaciones piqueteras del FIT, el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, trabajadores de Madygraf y la agrupación Unidxs por la Cultura. También se sumaron el espacio Patria Grande de Juan Grabois y algunas asambleas barriales opuestas al proyecto de ley ómnibus, junto con la UTEP.

Eduardo Belliboni del Polo Obrero advirtió la posibilidad de repetir la represión y llamó a una movilización pacífica, pero la policía avanzó con fuerza de palos, balas de goma, gases y carros hidrantes. La represión dejó tres detenidos, según CORREPI: Matías Ábalos, Facundo Nicolás Camaño y Anínal Maidana, todos militantes sociales.