Bajo el lema “Menstruar es Político”, esta política pública que se implementa a partir de hoy en el Municipio es un avance en los Derechos Humanos de las mujeres y personas menstruantes.

El Estado municipal entregará “copitas” ecológicas, una vez por mes, en una organización no gubernamental, a fin de achicar la brecha de las desigualdades económicas por razones de género.

La primera entrega se realizó en la Casa Rosa Chazarreta, en Isidro Casanova, y asistieron unas cien mujeres y disidencias.

“Esta es una gestión del Municipio, tiene que ver con la posibilidad que más mujeres y personas menstruantes dispongan de recursos para no tener que avergonzarse más por menstruar, para que no haya ninguna piba que no pueda ir a la escuela porque no tengan aquello que necesita para no mancharse”, señaló la secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades matancera, Liliana Hendel.

La secretaria destacó que “el impacto económico por menstruar es alto; el impacto en el medio ambiente es alto; así como en la autonomía de la salud de las mujeres y disidencias”. Por lo que afirmó que Justicia Menstrual “es una decisión de la Secretaría y del resto de las secretarías del municipio”.

“Que (la menstruación) deje de ser una vergüenza es también una proclama feminista. Que sea la alegría de la vida y que los feminismos dejen de ser sólo aquello que nos asocia al dolor y la muerte”, dijo.

El Dr. Matías Depatri, director de Asuntos Médicos del Laboratorio Elea, indicó que “la copa menstrual es una herramienta, un instrumento, pero acá la vedette estrella es el programa que pone en visibilidad algo que es parte normal de la vida de las personas menstruantes”.

En tanto, la directora de Violencias por Razones de Género de la Secretaría y referente de la Red Construyendo Ciudadanía, Nelly Borquez, pidió un aplauso para las presentes, “por nosotras, por transgredir, resistir y buscar justicia social”.