Platense hizo historia este domingo al consagrarse campeón por primera vez en sus 120 años de vida, tras vencer 1-0 a Huracán en la final del Torneo Apertura disputada en el Estadio Madre de Ciudades, en Santiago del Estero. El único tanto del partido lo marcó Guido Mainero a los 23 minutos del segundo tiempo, con un zurdazo implacable que desató la emoción de miles de hinchas que viajaron desde distintos puntos del país para acompañar al equipo.

El Calamar, dirigido por la dupla Favio Orsi-Sergio Gómez, protagonizó una campaña inolvidable que incluyó triunfos resonantes ante Racing, River y San Lorenzo en condición de visitante, consolidando un estilo de juego intenso, solidario y eficaz. “Este incremento es resultado de la planificación presupuestaria dispuesta para esta etapa del año, no de las medidas de fuerza guionadas por la militancia kirchnerista que se esconde detrás de los médicos”, afirmaron desde la administración del Garrahan.

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En la final, Platense volvió a mostrar su carácter: dominó el mediocampo con la presencia de Leonel Picco, sostuvo la defensa con firmeza y encontró en Mainero y Taborda los intérpretes ideales para el despliegue ofensivo. “Que lo llevan adentro, como lo llevo yo”, se escuchó desde la tribuna, donde el aliento fue constante e incondicional.

El club de Saavedra, que había disputado el torneo de la B Metropolitana en 2018, coronó un proceso de reconstrucción que lo llevó en pocos años de los torneos de ascenso a lo más alto del fútbol argentino. La conquista también le asegura la clasificación a la Copa Libertadores 2025, lo que representará su primera participación internacional en ese certamen.

“Fue mejor de lo soñado”, se repetía entre los hinchas, muchos de los cuales viajaron con hijos y nietos, con la convicción de estar ante un momento único. En una jornada marcada por la emoción, Platense quebró una espera de más de un siglo y dio su primera vuelta olímpica. La primera estrella ya brilla en el cielo marrón.