La planta de Dánica en Llavallol, que había cerrado sus puertas en diciembre pasado, reabrirá el próximo 27 de enero tras un acuerdo alcanzado entre la empresa, los trabajadores y el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. La medida pone fin a semanas de incertidumbre y representa una luz de esperanza para decenas de familias que dependen de esta histórica fábrica inaugurada en 1939.

Las negociaciones, lideradas por el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, incluyeron la implementación del programa PREBA, que ofrece una asistencia del 50% del salario mínimo, vital y móvil por trabajador, no reembolsable. Además, la empresa propuso abonar un salario equivalente al 65% del convenio aceitero, basándose en un acuerdo firmado en 2021. Con el aporte del programa PREBA, los salarios llegarían al 70-75%, dependiendo de la categoría y antigüedad de los empleados.

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El acuerdo, que será trimestral y prorrogable por hasta 12 meses, establece que no habrá desvinculaciones de personal durante este período. Sin embargo, la compañía anticipó que reabrirá solo el área de envasado de margarinas para consumo masivo, con una dotación inicial de 40 trabajadores que podría incrementarse si las condiciones económicas lo permiten.

La reapertura de Dánica no solo implica el regreso de una planta emblemática, sino también el resultado de un arduo trabajo entre las partes involucradas. “La prioridad siempre fue encontrar mecanismos para preservar los puestos de trabajo y garantizar la continuidad productiva de la planta”, afirmaron desde la cartera laboral provincial.

Durante las semanas previas, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (Soeia), Diego Kañe, había manifestado su preocupación por la situación de los trabajadores despedidos. “Se quedan muchas familias en la calle”, advirtió en una entrevista radial, al tiempo que cuestionó los argumentos de la empresa sobre la imposibilidad de pagar salarios, asegurando que “les ha ido muy bien” en los últimos años.

Dánica, una de las marcas más reconocidas en el mercado de margarinas, ya había enfrentado cierres temporales durante la pandemia de 2020 y la suspensión de operaciones en San Luis en 2023. Actualmente, mantiene activa solo su planta de aderezos en Córdoba.

Con esta reapertura, la planta de Llavallol intentará recuperar parte de su legado histórico y su importancia en la industria alimentaria del país. Mientras tanto, las familias trabajadoras respiran con alivio, a la espera de que este acuerdo marque el inicio de una etapa más estable.