El encuentro, correspondiente a los 16avos de final, casi se suspende debido a los problemas protagonizados por la barra de Colón, que incluyeron explosiones de bombas de estruendo, pirotecnia, y enfrentamientos internos. La situación obligó al árbitro Maximiliano Ramírez a detener el partido en varias ocasiones para dialogar con el personal de seguridad y los capitanes de ambos equipos.

Desarrollo del Partido:

El primer tiempo estuvo marcado por constantes interrupciones debido a los disturbios en la tribuna. La facción de la barra de Colón que causaba los incidentes colocó una bandera en un aparente intento de calmar los ánimos, lo que finalmente permitió que el partido continuara.

En el minuto 48, ya en tiempo de adición, Marcos Portillo ejecutó un córner desde la izquierda que Federico Girotti cabeceó al segundo palo, a pesar del intento de marca de Facundo Castet. Este gol encendió los ánimos de los hinchas y jugadores de Colón, quienes reclamaron un penal no cobrado en el segundo tiempo por una supuesta falta de Paolo Goltz.

A medida que el partido avanzaba, Talleres tuvo oportunidades para aumentar su ventaja, Girotti falló una palomita cerca del final. La tensión culminó en el minuto 49 cuando Javier Toledo, quien había ingresado en el segundo tiempo, fue expulsado por pelearse con varios jugadores de Talleres. Esto llevó a más protestas del equipo de Iván Delfino, quienes se quejaron de la falta de minutos adicionales.

Próxima Fase:

Con esta victoria, Talleres avanza a los octavos de final de la Copa Argentina, donde se enfrentará al ganador del cruce entre Boca Juniors y Almirante Brown. Los dirigidos por Walter Ribonetto celebraron con alegría ante su hinchada, a la espera de su próximo rival el 19 de junio.