A medida que se acercan los Juegos Olímpicos, uno de los eventos deportivos más destacados a nivel mundial, el Gobierno de Javier Milei ha intensificado sus medidas de reducción en diversas dependencias estatales, y el deporte no ha sido una excepción. En este contexto, el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) ha sido objeto de recortes, lo que ha generado inquietud entre los trabajadores, ya que se notificó a 30 de ellos que no se renovarán sus contratos. Esta acción ha sembrado una gran incertidumbre sobre los próximos movimientos en el CeNARD, especialmente considerando que varios contratos vencen a fines de marzo.

El temor y la preocupación en el CeNARD se reflejan en el panorama más amplio del deporte, ya que varios programas han dejado de funcionar o enfrentan dificultades para su continuidad debido a problemas presupuestarios. Entre estos programas en riesgo se encuentran los Juegos Nacionales Evita y otros proyectos relacionados con los Juegos Olímpicos de París 2024.

La Secretaría de Ambiente, Deporte y Turismo, aunque no ha especificado la magnitud exacta de los recortes de personal, sugiere que más del 25% de la planta del CeNARD podría estar afectada. La justificación oficial para los despidos se centra en la no asistencia al trabajo, incumplimiento de horarios o pertenencia a programas o direcciones que han dejado de operar.

Además, se ha generado conflicto en torno a la financiación y el apoyo a los atletas de alto rendimiento. Mientras el director del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), Diógenes de Urquiza, ha asegurado que los fondos están disponibles, ha señalado la necesidad de reevaluar la distribución de los mismos. Esta situación ha generado incertidumbre entre los atletas sobre la continuidad de las becas y el apoyo financiero para su preparación y participación en competiciones internacionales.

Los recientes comentarios de Urquiza sobre el número de becas y el nivel de los atletas han exacerbado aún más las tensiones. Sus observaciones críticas sobre la cantidad de becas otorgadas y su aparente menosprecio hacia algunos atletas han generado preocupación entre la comunidad deportiva.

En resumen, la incertidumbre y la tensión están en aumento en el ámbito deportivo debido a los recortes presupuestarios y la falta de claridad sobre el apoyo gubernamental para los atletas de alto rendimiento, justo cuando se acercan los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.