El reciente asesinato del playero de una estación de servicio el sábado, junto con la confirmación del fallecimiento del chofer de colectivo atacado el jueves pasado, ha sumido a la ciudad en una creciente incertidumbre. Estos ataques aleatorios contra trabajadores de sectores específicos están generando un clima de miedo y desestabilización en la comunidad.

La ola de violencia comenzó con los ataques dirigidos hacia los taxistas, quienes respondieron anunciando un corte del servicio durante la noche y están considerando tomar nuevas medidas. Luego, los colectiveros fueron blanco de estos actos, lo que provocó un paro del transporte urbano e interurbano que ya lleva 96 horas consecutivas sin servicio.

Ahora, tras el trágico crimen del playero, las estaciones de servicio han decidido suspender su atención nocturna como medida de precaución. Esta situación está impactando gravemente en la vida cotidiana de los ciudadanos y en la prestación de servicios básicos.

Además, el gremio Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) ha declarado un cese total de actividades sin asistencia a las escuelas para el próximo lunes 11 de marzo, en respuesta a la "gravísima" situación de seguridad en Rosario.

Estos eventos reflejan una preocupante escalada de la violencia en la ciudad, y es urgente que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de todos los trabajadores y habitantes de Rosario.

El reciente aumento de los crímenes relacionados con el narcotráfico en Rosario ha llevado a los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, a tomar medidas urgentes. El viernes pasado, crearon un nuevo Comité de Crisis que implica la asistencia de las fuerzas federales a la policía de Santa Fe. Este comando conjunto de las fuerzas de seguridad incluye la participación de las Fuerzas Armadas en operativos, aunque por ahora su rol está limitado a brindar apoyo logístico, en línea con lo establecido por la ley.

El presidente Javier Milei expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas y responsabilizó al kirchnerismo y al socialismo por la situación de violencia en la ciudad, anunciando su apoyo irrestricto a las fuerzas de seguridad para restaurar el orden.

Los recientes ataques han causado conmoción en Rosario y han generado una paralización de servicios esenciales. El gremio del transporte ha mantenido un paro durante cuatro días, mientras que las estaciones de servicio han suspendido su atención nocturna. Además, el sindicato docente ha declarado un cese total de actividades ante la falta de condiciones de seguridad en las escuelas.

Los ministros Bullrich y Petri viajarán a Rosario para poner en marcha sus acciones y dar a conocer los detalles del apoyo que brindarán las fuerzas de seguridad. El gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin también participarán en los anuncios.

Sin embargo, la decisión de involucrar a las Fuerzas Armadas en operativos de seguridad interior ha generado críticas y preocupaciones. Expertos señalan que las fuerzas de defensa nacional y las de seguridad tienen roles y entrenamientos distintos, y que la participación de los militares puede no ser efectiva y aumentar la escalada de violencia.

La exministra de Seguridad Sabina Frederic ha afirmado que los militares no están preparados ni desean intervenir en temas de seguridad interior, y que el gobierno debería fortalecer las fuerzas de seguridad federales en lugar de recurrir a las Fuerzas Armadas.

En definitiva, la situación en Rosario requiere una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades, pero la participación de las Fuerzas Armadas en operativos de seguridad interior plantea desafíos y preocupaciones que deben ser abordados cuidadosamente.