El dirigente social y exconcejal de La Matanza Carmelo Affatato falleció este lunes, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio, según confirmó su familia. El referente matancero de 78 años había sido candidato a intendente en 1991 y ocupó una banca en el HCD local entre 1995 y 1999. 

La de Affatato fue una historia de lucha. Nacido en la ciudad italiana de Nápoles en 1942, fue trabajador metalúrgico y delegado sindical durante su juventud. A raíz de su militancia, durante la última dictadura cívico-militar, debió exiliarse junto a su familia en Venezuela, donde se unió a la Confederación Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) y, en su paso por la Universidad de Trabajadores de América Latina (UTAL), fue organizador en países de la región.  

También, fue dirigente de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Minero Metalúrgicos (CLATRAMM) y miembro del Partido Popular Cristiano. Ya en su regreso a la Argentina, fundó el Partido Unión Vecinal de La Matanza y, como dirigente distrital, se proyectó a nivel nacional al presidir la agrupación German Abdala en el Frente Grande. 

Por esa fuerza política, fue candidato a intendente en 1991, y más tarde, por el mismo espacio político, fue electo concejal para ocupar una banca entre 1995 y 1999, junto al dirigente Luis D'Elía y a Hermino Bayón, quien luego se desempeñaría como secretario de Obras Públicas local por largos años.  

Desde su banca, Affatato fue el primer dirigente en presentar el proyecto e instalar el debate sobre la división de La Matanza. Cercano al pensamiento del peronismo, luego se sumó luego al PJ local. 

La lucha obrera 

Como referente sindical, Affatato participó del largo conflicto de 1974 en la metalúrgica autopartista Martín Amato. En esa ocasión, fue detenido en la comisaría de San Justo. La medida generó un repudio masivo con una marcha de trabajadores a la sede policial. A esa protesta se sumaron los pedidos de excarcelación de diputados del partido Popular Cristiano, que integraba el FREJULI. Entre ellos, su amigo Carlos Auyero; el legislador bonaerense Alberto Aramouni; y el entonces presidente del Senado, José Allende. Por el radicalismo, se solidarizó el diputado Juan Carlos Pugliese. 

Tiempo después, Affatato debió atravesar su hora más difícil. En 1976, con la dictadura cívico-militar ya instaurada en el país, una patrulla militar lo fue a buscar a su domicilio, ubicado en la intersección de las avenidas San Martín y Villegas, en Ramos Mejía. Esa noche, comenzó un periplo para refugiarse en casas de amigos hasta que la Embajada de Italia, en colaboración con religiosos de la Iglesia Católica, le facilitó la salida del país. Luego de atravesar Uruguay y Brasil hasta llegar a Italia, se trasladó entre Alemania, España y Bélgica hasta que, finalmente, la CLAT lo invitó a Venezuela, donde finalmente fijó su residencia y dio inicio a su carrera política.  

A partir de entonces, participó en varios congresos internacionales como expositor y recorrió Perú, Bolivia, Brasil, Guatemala, Cuba y Nicaragua. Incluso, en los congresos organizados por la CLAT, compartió jornadas con el expresidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, en sus épocas como dirigente sindical. 

Ya en 1983, con la recuperación de la democracia, decidió regresar a La Matanza, donde volvió a radicarse en Ramos Mejía, para desarrollar su carrera política a nivel local. El periodista Juan Andrés Paulenko, quien fuera su vocero de prensa, lamentó la muerte de Affatato. “Se fue un dirigente social muy amigo de monseñor Rodolfo Bufano, exobispo de La Matanza, y del exobispo de Morón, monseñor Justo Laguna. Todos quienes lo conocimos lo vamos a recordar con mucha emoción y afecto”, expresó.

Desde la UOM local, también sumaron sus condolencias y recordaron que, en su época de delegado metalúrgico, trabajó "junto a Emilio Tomasin, que a la fecha continúa desaparecido, y a los miles de compañeros y compañeras que, en esa década, no dudaron en hacer suyas las banderas de la justicia social". "Por su compromiso en la defensa de los y las trabajadores, sufrió la persecución y debió exiliarse del país en 1976", ponderaron desde el sindicato para expresar su acompañamiento a la familia del dirigente. 

Juan Paulenko